Marketing Perpetuo (Parte II)

Una de las cosas que noté al abrir el libro, era que había sido escrito en 1923. ¿Qué diablos podría aprender sobre marketing en Internet de un libro escrito hace más de 80 años?

Pues… al principio no tenía idea con lo que me iba a encontrar…

Pero solo con leer el indice, me hacía suponer que mucho de lo que iba a encontrar, sería perfectamente aplicable a muchas de las herramientas de promoción que utilizamos hoy en día en Internet.

Quizá tanto o más que un manual de posicionamiento en buscadores o email marketing actual.

El primer capitulo trata sobre como las leyes de la publicidad son establecidas, y como esta alcanza el estatus de ciencia.

Las agencias de publicidad ya han gastado billones de dólares desde hace varias decadas en hacer pruebas. Se han hecho cientos de miles de tests para observar resultados…

Esas agencias ya han probado, comparado, evaluado y reevaluado incontables ideas y estrategias. Y todos esos resultados han quedado registrados.

De manera que una vez tomados en cuenta esos resultados, ya no hay necesidad de hacer marketing a ciegas. El autor señala esos fundamentos, considerándolos como principios universales.

Luego de leer esos principios, no pude dejar de notar que la mayoría de sitios web comerciales en Internet NO coinciden con los mismos, e incurren en los mismos errores que señala el autor.

Uno de esos principios trataba sobre el egoísmo de los clientes o consumidores, y como la mayoría de vendedores o publicistas cometen el error de no orientarse a satisfacer ese egoísmo.

Ahora bien… ¿cómo se refleja esto en Internet, por ejemplo? Si entramos a cualquier Website comercial, como el de una empresa cualquiera, lo más común es ver secciones como “Nosotros”, “Nuestra historia”, “Nuestra Visión”, “Nuestra Misión, “Nuestros Valores”, “Nuestros productos”, “Nuestros servicios”, “Nuestro portafolio”, Nuestros X, Nuestros Y, Nuestros Z, etc.

Es decir, el sitio web de la empresa se enfoca en ELLA MISMA, y no en lo que el visitante del sitio web VA A GANAR contratando los productos o servicios de esa empresa.

El error del Sitio Web de esta empresa está en que NO se orientan a satisfacer el egoísmo del visitante, que mayormente piensa en lo que va a ganar, sino en satisfacer el suyo propio.

No responden a la pregunta básica que un potencial cliente se pregunta la visitarla: “¿Qué hay aquí PARA MI?” O “¿Qué voy a ganar YO aquí?”, disminuyendo dramáticamente la posibilidad de cerrar ventas.

Este era solo uno de los principios que se mencionaban en el libro (cuyo titulo lo diré mas adelante).

Mientras ojeaba esas antiguas páginas cuarteadas, noté que la luz que atravesaba la ventana estaba oscureciendo. Ya caía la noche. Y el foco de apenas 50 watts de la habitación a duras penas me permitiría continuar con la lectura.

Así que decidí retirarme, pensando en lo que había aprendido y continuar al día siguiente…